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domingo, 16 de noviembre de 2014

SUEÑOS Y DESAFÍOS EN EL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN


(Lectura crítica de la realidad educativa a la luz del libro “Miedo y Osadía de Paulo Freire e Ira Shor)

1. A manera de introducción

La educación boliviana atraviesa una de las etapas más trascendentales de su historia, por primera vez el país cuenta con verdaderas políticas transformadoras que impulsan la construcción de un modelo educativo acorde a la realidad, necesidades, problemáticas, potencialidades y características socioculturales del Estado Plurinacional. De esa manera, el telón pone punto final al extenso drama de una educación occidentalizada, colonizante y desarraigada para dar paso a un nuevo escenario educativo prometedor que pretende responder a las necesidades, intereses, expectativas y problemáticas irresueltas por los anteriores modelos educativos.
Si en el pasado los grandes ideales educativos de Simón Rodríguez, la añorada creación de la pedagogía nacional de Franz Tamayo, la revolucionaria Escuela Ayllu Warisata de Elizardo Pérez y tantos otros fueron frustrados por la oligarquía colonial, hoy la realidad nacional ofrece un escenario propicio para concretar el anhelo ancestral de una educación propia de las bolivianas y bolivianos. En este entendido, la concreción y consolidación del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo constituye un gran desafío para los actuales actores educativos.
Hoy, como nunca, la historia pone entre sus manos la oportunidad irrepetible de ser parte de una majestuosa obra “La pedagogía nacional propia de las bolivianas y bolivianos”. Eso supone una transformación, en el más amplio sentido de la palabra, de todos los elementos que constituyen la educación y no sólo de una simple reforma. He aquí la gran diferencia entre la Reforma Educativa de la 1565 y la Revolución Educativa de la actual Ley 070.

2. Sueños vs temores en el camino de la transformación

El sentido profundo del nuevo Modelo Educativo, en concordancia con las políticas de descolonización y transformación social del Estado Plurinacional, es la descolonización política, ideológica, social, cultural y pedagógica de la educación boliviana. Eso implica un proceso de transformación que debe partir de un cambio personal profundo de las maestras/os, directoras/es y demás autoridades educativas de niveles superiores. No se puede soñar y menos procurar transformar la realidad cuando nuestros pensamientos y sentimientos aún están permeados de elementos coloniales y colonizantes. En efecto, el primer desafío es transformarse a sí mismo para luego transformar la realidad; ese es el sueño de muchas maestras y maestros comprometidos con la transformación. Una razón que despierta un impulso interior o, en términos de Freire, “el sueño político” de transformar su propia práctica educativa según el enfoque y principios del nuevo Modelo Educativo.
Según Freire y Shor (2014: 93), “Convertir en realidad un sueño político obliga a realizar experiencias arriesgadas, pero, sino pasas por esas experiencias, entonces no permites que tu sueño se haga realidad”. Por tanto, contextualizando esta idea a nuestra realidad, transformar la práctica educativa exige una aventura hacia lo desconocido, es internarse a un mundo nuevo dejando atrás todo lo viejo de lo sabido conocido y empezar una nueva experiencia. Eso supone correr muchos riesgos, enfrentar muchos desafíos, superar el miedo a lo desconocido, a las críticas, a las dificultades y fracasos; pero, como afirman los citados autores, el miedo existe porque hay un sueño de transformar,
…el miedo es una señal de que estás haciendo bien tu trabajo de transformación. Quiere decir que estás haciendo una oposición crítica, atrayendo al statu quo a una contienda que busca el cambio social. Tu sueño está entrando en la realidad, en la historia, y eso provoca riesgos inevitables.
En este entendido, un segundo desafío es vencer el miedo a transformarse para transformar la realidad de la práctica educativa.

3. El miedo y la osadía de transformar(se)

En épocas coloniales el reto era vencer el miedo y tener la osadía de implementar una educación liberadora contraponiéndose a una sociedad oligarquizada, hoy el desafío es transformar la enraizada realidad colonial educativa. El problema ya no son las políticas colonizadoras, sino las mentalidades coloniales que perviven en el subconsciente de las personas, que operan como aisladores entre el discurso y la acción. Por eso, en muchos casos, aunque las leyes y disposiciones superiores dicen una cosa, en la práctica se hace otra que contradice a los principios y le enfoque del nuevo modelo. Como ejemplo se puede citar la exigencia del porcentaje de temas avanzados, el cumplimiento del tradicional horario de clases por periodos, la restricción de las salidas y desarrollo de clases extra aula que son sólo algunas muestras de prácticas tradicionales que perviven en la mentalidad colonizada de directoras y directores de unidades educativas y autoridades comunitarias. El reto de la maestra o maestro transformador es tener la osadía de sobreponerse a esas barreras para transformar su práctica educativa en el marco del nuevo Modelo Educativo.
Sin embargo, gracias al Programa de Formación Complementaria para Maestras y Maestros (PROFOCOM) la mayor parte de las educadoras y educadores del país ya se apropiaron de los elementos teóricos del modelo; lo que muy pocos hicieron es concretarlos en la práctica educativa. En concreto nos referimos a la concreción de los nuevos elementos curriculares, como el Proyecto Socioproductivo, la temática orientadora, los objetivos holísticos, los ejes articuladores, las orientaciones metodológicas y otros. En muchos casos se ha trabajado muy poco en cuanto la nueva forma de planificar, desarrollar y evaluar el proceso educativo, lo que en términos de los autores significa desestructurar la clase.
Para esto se debe tomar como base la metodología Sociocomunitaria Productiva: Práctica, Teoría, Valoración y Producción. Este es un elemento fundamental en la transformación de la realidad educativa, ya que constituye el eje central que articula el proceso educativo con la realidad, a lo que Freire denomina “Unir el texto al contexto social”. Eso se da a través de tres elementos claves del momento de la Práctica: Partir del contacto directo con la realidad, partir desde la experiencia y la experimentación, que constituyen el punto de partida y la base para la concreción del método dialógico y la producción de conocimientos en la clase. Eh aquí el sentido transformador de la nueva educación, que en palabras de Freire consiste en abrazar una pedagogía liberadora, basada en el diálogo, y apartarse de la pedagogía tradicional, que supone la transferencia de conocimientos del profesor al alumno.

4. El sueño y el fin de la transformación educativa

Después de tantos siglos de vivir una educación colonial civilizatoria y desarraigada, el sueño de todos y todas es concretar una educación pertinente con nuestra realidad sociocultural y las características de cada comunidad. Por tanto, se anhela una educación que parta desde la realidad y las experiencias locales, a través de espacios dialógicos al interior del aula y fuera de ella, para desarrollar y producir conocimientos desde el diálogo de saberes y conocimientos locales y universales. En este entendido, la práctica educativa transforma su sentido educativo, donde el maestro asume el rol de orientador de una educación liberadora. Las metodologías reivindican una educación Sociocomunitaria y Productiva que, si bien no podrá por sí sola transformar la realidad, pero será capaz de estimular la autonomía y el pensamiento crítico de las y los estudiantes, quienes transformarán la realidad en la que viven.

Bibliografía:

Freire y Shor (2014) "Miedo y osadía". La cotidianidad del docente que se arriesga a practicar una pedagogía transformadora. Ed. Siglo XXI Editores. Buenos Aires.  

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